Y llegó el momento... Día de emociones fuertes. Día de llantos por la despedida, pero a la vez de risas y alegría por todo lo vivido durante este curso. ¡Conseguimos vencer al bicho y acabar el cuento!
Sobran las palabras. No los hay mejores.
Y mucha suerte al resto en el camino...
¡Feliz Verano! Nos vemos pronto seguro 😉
¿Cómo empezar un último
discurso con el que acabar una etapa…? Unas palabras escritas con todo mi
cariño a todos vosotros (compañeros, familias y mis 4 chicuelos de Pesquera).
Gracias. Gracias por hacer de éste, un curso inolvidable.
Mi agradecimiento a
todos y cada uno de los maestros y maestras que habéis guiado en esta etapa a
esta pandilla. Lo habéis hecho muy bien: mi fiel Cristina, Susana, Sara,
Esther, Mayte, Rosa, Ana, Adela, Raúl, Bea…
Mención especial a las
familias, por vuestra gran labor con estas criaturas, por superar las
adversidades que muchas veces habréis encontrado en estos años. Enhorabuena,
pues hasta ahora, lo habéis hecho muy bien.
Y como no, a mis
chicos y chica de sexto. Como bien sabéis, si algo merece ser contado, debe ser
contado. Sois un grupo magnífico, excelente. No es un tópico. No tengo palabras
para describir lo orgulloso que me siento de vosotros. Me habéis guiado hacia
el gran resultado que puede darse, cuando se crea un vínculo tan especial entre
maestro y alumnos, Efecto Pigmalión, lo llaman algunos. Me habéis
demostrado, que las primeras palabras que me dijeron nada más pisar mi primer
colegio como maestro, hace ya unos añitos (“el cariño de un niño, es como el
agua en un cesto”), no se corresponden con lo que he experimentado en el
CRA La Villa.
Recuerdo aquella
incertidumbre hace ya tres años, por conocer a los 6 niños del aula de primaria
de Pesquera, tornada en satisfacción, por hacerme sentir como en casa desde el minuto
uno. Ese curso, en el que la inoportuna pandemia, nos hizo dejar tantas cosas
en el tintero... Afortunadamente, esta vez Don Destino fue benevolente y nos
dejó completar aquel cuento inacabado. Y vaya si lo hemos acabado…
Fede, Elías, Rodri,
Yamilé, gracias a todos y cada uno de vosotros por haberme hecho sentir el
maestro más afortunado del mundo. Cada uno con sus cosas, creo que, en este
tiempo juntos, todos hemos sumado y somos mejores personas en todos los
aspectos.
· Fede, por tu simpatía y tus ánimos a todos en cada momento.
· Elías, por tu alegría eterna y tu cariño sin límite.
· Rodri, por tu compromiso y tu gran labor dentro del grupo.
· Yami, por demostrar mejor que nadie, que las barreras y estereotipos del
camino, están para derrumbarlos y seguir adelante.
Acabamos una etapa, un curso muy
intenso para todos, reflejado en vuestro Blog del Aula de Pesquera. Grandes
momentos, que espero queden en vuestro recuerdo y que a buen seguro quedan en
el mío: el festival de Navidad, nuestro huerto, nuestra unidad de bádminton
-con vuestros ánimos desde la lejanía durante un Mundial, que jamás olvidaré-,
nuestra guerra del agua, los partidos de “Calvo” (Colpbol) en los recreos, o
nuestras tertulias diarias en esas entradas escalonadas de 9:15 a 9:30… Y otras
tantas y tantas cosas, que nos quedamos para nosotros.
Sin querer extenderme más, no
quiero acabar, sin antes disculparme por todo aquello que se podría haber hecho
mejor. Os puedo asegurar, que todo lo que hemos planteado día a día, siempre ha
sido con la mejor intención y con el convencimiento de que era lo mejor para
vosotros.
Cuántas veces os he dicho, el gran
cambio que experimentaréis con la llegada al Instituto. Lo haréis bien. Yo creo
en vosotros. Luchad por vuestro futuro, por vuestra familia y por vuestra
tierra y raíces. Encontraréis piedras en el camino, seguro, pero tranquilos, ya
estáis aprendiendo a esquivarlas.
Espero que recordéis vuestra etapa
en el colegio con cariño. Que, dentro de unos años, recordemos anécdotas y
disfrutemos de todo lo bonito vivido en esta etapa.
Como ya sabéis, estas iban a ser las palabras para 6º ayer. No me olvido del resto: Paola, Valentina, Pablo, Óscar, Cétura, Jimena, Luci, Diego, Haizea, María y Mara. Ahora el cole es vuestro, espero que sigáis con el trabajo y el esfuerzo que este año os hemos intentado inculcar.
Yo
os dejo aquí, aunque no olvidéis niños, familias, que siempre tendréis todo mi
apoyo en el nuevo camino que comenzáis.
Gracias. Os deseo toda
la suerte del mundo, os quiero un montón, sed felices, os lo merecéis.
Y por la parte que os
toca, recordad:
“La enseñanza que
deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón”.
RODRI